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Una Metamorfosis Espiritual

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.

Hechos 17:30

Arrepentimiento significa cambio de mente. Y es indispensable que nuestra mente cambie para poder ser salvos. Antes que una persona como tú o como yo sea salvo algo debe de cambiar en nuestra mente. Dos conceptos deben ser definidos a la luz de la Palabra de Dios.


Dios

El primer concepto que debe de cambiar en nuestra mente es ¿Quién es Dios? De esto depende todo en la vida. Dios, es definido de muchas formas por el ser humano. Pero el Dios Único y Verdadero es aquel que se encuentra únicamente en la Biblia. Un Dios que es SANTO. Un Dios que es JUSTO. Un Dios que es VERDADERO.


El Hombre

El segundo concepto que debe cambiar en nuestra mente es ¿Quiénes somos nosotros ante Dios? Al ver la Escritura entendemos que ese Dios nos define como PECADORES. Transgresores de su ley. Impíos y perversos. Perdidos y condenados. Corrompidos de pie a cabeza por el pecado. Dios mismo dice en su Palabra que no hay ni siquiera una persona buena en este mundo. Por muy filántropo que una persona sea. Por muy estudiada o intelectual se considere. Por muy piadosa, casta o noble se conozca así misma. TODOS SOMOS PECADORES dice Dios en su Palabra.


Pero este llamado al cambio es para perdón. Dios está dispuesto a perdonar si nosotros estamos dispuestos a cambiar. Con la muerte sepultura y resurrección de su Hijo Jesucristo Dios concede una salvación completa en él. Ningún ser humano será salvo por lo que es o por lo que haga. Sino únicamente por lo que piensa y cree de Jesucristo. Si este concepto no cambia en nuestra mente nunca podremos ser salvos. Porque es necesario que reconozcamos a Jesucristo como nuestro Señor.

Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Hechos 10:9


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