En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Juan 1:4
La vida sin Cristo es mera existencia. Mientras no tengamos al Señor Jesús gobernando nuestras vidas entonces no seremos muy diferentes a las plantas que poseen una vida inconsciente o a los animales que solo pueden ser cocientes de las cosas de este mundo. Pero los seres humanos hemos sido creados con la capacidad de ser conscientes de las cosas espirituales y la principal de ellas es la existencia de Dios nuestro Creador.
Todo ser humano necesita una relación con su Creador para experimentar la verdadera vida. Ese vínculo entre el Creador y sus criaturas es lo que da vida a todo hombre. Cierto es que no existe religión alguna que nos ligue nuevamente a Dios, pues la religión es ese esfuerzo fallido de los hombres por acercarse a Dios. Pero lo maravilloso del evangelio, es que nos muestra la Gracia de Dios, la cual no es otra cosa que el esfuerzo de Dios por acercarse al hombre a través de Jesús el Señor, quien, tuvo que morir por darnos a nosotros la vida eterna. A través de su muerte y su gloriosa resurrección todo ser humano, mujer y hombre, joven y viejo, rico y pobre puede conocer la plenitud la vida, la verdadera vida en este mundo y a un más allá de la muerte.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Juan 17:3
